Planta herbácea, familia de las ranunculáceas de pequeño diámetro 4-5 centímetros, pequeñas flores en tonos rosados, azules o blancas con 15 pétalos. Son originarias del medio Oriente, Suroeste de Europa, Turquía, Síria y Líbano, bastante apreciadas en jardinería.
De este género de plantas hay unas 120 especies de algunas que conozco no sabría decir cuales son mas bellas. Su nombre en griego significa “ La hija del viento “
Plantar:
Antes de plantar la anémonas es conveniente ponerlas en agua un día. El lugar elegido entre sol y sombra estaría bien, la tierra bien si es en maceta o en el jardín debe estar abonado y tierra fértil y sobre todo que esté bien drenado, ya que el exceso de agua pudriría las raíces y la planta moriría. A mediados del invierno es un buen momento para hacerlo, así llegará la primavera y veremos cómo van creciendo las plantitas y a sus bellas flores.
Si tenemos ya bulbos en la tierra, esperamos al otoño y cuando hayan perdido las plantas las partes aéreas es el momento de desenterrarlos y guardarlos en un sitio seco y fresco para volverlos a plantar en su momento.
Cuenta una leyenda que la ninfa de las flores, que se llamaba Cloris, estaba muy bien acompañad con otras bellezones de jóvenes ninfas.
Un día Céfiro, que andaba buscando novia, andaba rondando a Cloris pero está no le hacía mucho caso, así que este se empezó a fijar en una bella ninfa que se llamaba Anémona, total que Cloris celosa, ( ya se sabe que la que manda es la jefa ) se enfadó tanto que la echo del jardín para que se marchitase en las profundidades del bosque.
Pero he aquí, que Céfiro triste vagando por los bosques se encontró con Anémona a punto de morir y como tenía poder, la convirtió en una de las más bellas flores, dotándolas de bellos colores, siendo una de las primeras flores que anuncian la primavera, creciendo al pie de los árboles que la cobijaron. ! Ay el amor !
