Su cultivo es antiquísimo, se dice que se originan en China hace 5000 años, siendo en la época Medieval cuando los Cruzados las traen de Oriente Medio y las cultivan en los monasterios, siendo al final del siglo XVIII cuando llegan a Europa algunas especies híbridas y mezcladas con las europeas dan lugar a la rosa actual.
Con las primeras hibridaciones de la rosa chinensis semperflorens o rosa de té, derivan las variedades reflorencientes.
La American Society establece en el año 2000 diferentes categorías para agrupar las rosas: Las silvestres que tienen de 5 a 12 pétalos, las antiguas, antes de 1.967 y las modernas, a partir de esa fecha.
Hay tanta variedad que podemos elegir entre: La silvestres, Las rosas antiguas: Damascena Gálica de flores dobles y muy espinosas, estas, son las anteriores al año 1.867, en ese año un “ Rosalista francés “ llamado Guillot obtuvo el primer rosal híbrido al que llama: La France.
Después están las rosas modernas, grandes y dobles aunque la mayoría sin olor. Y por último quedan las variedades que se han obtenido por injerto, de porte muy esbelto y elegante ideales para flor cortada y para formar en los jardines grandes macizos.
Todos los años los “ Obtentores “ trabajan para obtener nuevos ejemplares que combinen en olores, resistencia, mayor duración en plagas y enfermedades. Se hacen exposiciones y concursos en torno a ellas, nuevas creaciones y un reto, trabajando en conseguir crear una “ Rosa azul “.